Un grupo de arqueólogos ha descubierto
en una tumba cristiana del siglo I
una antigua inscripción que según ellos
podría indicar que este lugar fue la última
morada de Jesús en la Tierra.

Los arqueólogos hallaron un entierro que
data del siglo I bajo de un bloque de viviendas
en Jerusalén con la ayuda de una cámara de
control remoto conectada a un brazo robótico
que permite explorar niveles subterráneos.

La inscripción en uno de los ataúdes de piedra,
conocidos como osarios, presenta en griego antiguo
la inscripción “Divino Jehová, levántate, levántate”.
En una de las tumbas aparece grabado el dibujo
de un pez, conocido símbolo del cristianismo.

La Tumba de la Familia de Jesus

El hallazgo se encuentra a unos 200 pies de un
descubrimiento anterior conocido como
La Tumba de la Familia de Jesús, que causó una
airada polémica al ser encontrada a inicios de
los años 80 del siglo pasado. Entonces los arqueólogos
afirmaron que su descubrimiento contenía osarios
con inscripciones asociadas con la familia de
Jesucristo, lo que generó sorprendentes hipótesis,
como la de que Jesús fue enterrado allí al lado de
María Magdalena, con la que supuestamente habría
estado casado y con la que formó una familia.

Sin embargo, varios conocidos teólogos y arqueólogos
sostuvieron que dichas afirmaciones son completamente
infundadas. La Tumba de la Familia de Jesús fue
brevemente examinada hasta que las protestas de
los judíos ortodoxos, preocupados por el “sacrilegio”
del lugar sagrado terminaron con las excavaciones,
después de lo cual el lugar fue sellado.

No obstante, James Tabor, experto en insripciones
de la Universidad de Carolina del Norte y el director
documentalista Simcha Jacobovici obtuvieron en 2010
permiso del Gobierno israelí para continuar
las investigaciones por medio de perforaciones
y con la ayuda de un brazo robótico.

Finalmente sus investigaciones les llevaron a
descubrir una cámara aislada que bautizaron
como 'Patio Tomb', ya que fue hallada directamente
bajo el patio del edificio.

Ahora el dúo de investigadores afirma que las
inscripciones encontradas en el patio aumentan
la certidumbre de que La Tumba de la Familia de
Jesús pudo ser realmente la última
morada de Jesucristo.

“Nuestro equipo fue presa de una incredulidad
extática, pero las pruebas están delante de
nuestros ojos, obligándonos a revisar nuestras
anteriores suposiciones”, dijo Tabor.